Alcaste-Las Fuentes se embarca en el proyecto CEHS, un viaje hacia la sostenibilidad de tres años de duración. Entrevistamos a la profesora de Biología, Elena Rodríguez, una de las coordinadoras del mismo.

¿En qué consiste este proyecto?

CEHS (Centros Educativos Hacia la Sostenibilidad) es un proyecto de educación ambiental, impulsado por la Consejería de Educación y Cultura, y la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Gobierno de La Rioja, que permite a los centros educativos iniciar un camino hacia la sostenibilidad. Todo ello implantando mejoras socio ambientales a través de la participación de alumnos, profesores, familias y personal no docente. También lo trabajan en otras comunidades españolas.

¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

El objetivo primordial es promover procesos de aprendizaje colaborativo que capaciten a la comunidad educativa a entender los retos, asumir las responsabilidades, tomar las decisiones y ejecutar las acciones necesarias para construir sociedades más sostenibles.

Concretamente, la sostenibilidad son programas de responsabilidad social y cuidado del medio ambiente. Quiere conseguir que las actividades humanas no repercutan negativamente en el medio ambiente. En este sentido, abarca ocho aspectos: Residuos, Agua, Entorno ambiental, Convivencia, Ruido, Movilidad, Energía, Alimentación.

¿Qué duración va a tener este proyecto?

Este proyecto tiene una duración de 3 años. Este curso concretaremos qué vamos a trabajar de todos los aspectos que hemos visto hasta ahora, como agua, residuos, etc., y nos pasarán una encuesta on line a toda la comunidad educativa: padres, alumnos, personal docente, personal no docente… Queremos saber, desde el punto de vista de todos los que estamos involucrados en el colegio, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades en relación con la sostenibilidad. Para ello habrá un pre diagnóstico, o chequeo inicial, en los meses de noviembre y diciembre.

¿Este proyecto es interdisciplinar?

Sí, es un proyecto en el que está involucrado todo el colegio y se abarca desde distintas áreas. A su vez, hay un grupo de profesores, que forma el comité ambiental, compuesto por profesores de Biología, Física y Química, Economía…

¿Qué habéis hecho hasta ahora?

El primer paso de este “Viaje Hacia la Sostenibilidad” es la formación inicial de los docentes, coordinadores y profesores que, además de sentar las bases de qué es la Educación Ambiental, reflexionan sobre una potente herramienta escolar que guiará este viaje hacia la Sostenibilidad: la Ecoauditoría Escolar.

Esta metodología parte de las ecoauditorías de empresa, con las cuales tiene en común el proceso de mejora continua. Esta consiste en prediagnóstico, diagnóstico, plan de acción y evaluación, pero tiene como diferencia que el peso está en el proceso educativo del alumno como investigador y decisor, a su ritmo de aprendizaje, y no tanto en una receta de unos técnicos que se aplica y ya está. Lo importante es el recorrido: que el alumno aprenda en cada paso.

También fue el primer contacto con los asesores que presentaron este proyecto, secuenciado en tres años inicialmente, pero con vocación de permanecer en los centros, mediante el Reconocimiento como Centro Educativo Hacia la Sostenibilidad, visibilizado por la Bandera CEHS.

Acabamos de terminar la fase previa, que ha sido la sensibilización, y en octubre, la fase inicial, que comprende difusión, motivación y formación del comité ambiental. Por su parte, en noviembre completaremos una encuesta on line. Cuando tengamos los resultados, saldrán dos temas a trabajar que serán decididos, a tenor de los resultados, por el comité ambiental, formado por profesores y alumnos. Aquí sabremos en qué punto estamos en relación con la sostenibilidad.

Las demás actividades se harán de forma paralela, a iniciativa del profesorado. Por ejemplo, en Infantil, les contaron un cuento sobre lo que pasaba con las tortugas y el plástico.

¿Cómo habéis motivado a los alumnos?

Teníamos que intentar motivar a los alumnos sobre el tema de que no hay un planeta B, que nuestras actividades repercuten en las personas, en el medio ambiente y nos invitaron a que hiciéramos algo que marcara un poco la diferencia.

Desde el colegio quisimos que fuera algo muy positivo. Otros centros esparcieron todo el contenido de las papeleras por el suelo para que los alumnos tuvieran el impacto de ver cómo quedaba todo. En Alcaste optamos por enfocarlo positivamente: qué bonito es el planeta donde vivimos. Por eso, decoramos el colegio con ventanitas con peces, ríos, bosques, abejas…

En bachillerato pusimos un paisaje con un océano. Nada más entrar al colegio, está la fotografía del sol en el suelo. La idea es que miren más allá de lo que tienen y ven cada día, y que detrás de los muros del colegio está nuestro planeta, y lo que hagamos en Alcaste va a repercutir en nuestro entorno. No queremos que sólo se queden en la naturaleza, sino en el componente humano, también.

En definitiva, un buen proyecto en el que contamos, además, con el aliciente de trabajar junto con el resto de centros educativos de la comunidad de La Rioja.